Las Torres de Serranos (o Puerta de Serranos) se construyeron a finales del siglo XIV. Su función inicial era la de servir de fortificación, hecho que atestiguan sus gruesos muros y su sólido aspecto, pero generalmente se utilizaban para ceremonias y entradas oficiales de las personalidades importantes que visitaban la ciudad, por lo que pasaron a considerarse la entrada principal de la ciudad de Valencia.