
Estas simbólicas serpientes entrelazadas vigilan la puerta de entrada a la ciudadela de Alepo, en Siria.
Foto y texto de 2008, antes del desastre.
Estas simbólicas serpientes entrelazadas vigilan la puerta de entrada a la ciudadela de Alepo, en Siria.
Foto y texto de 2008, antes del desastre.
La Gran Mezquita Omeya de Alepo, vista desde la ciudadela.
Foto de 2008, antes del desastre.
Esta es la entrada de la ciudadela de Alepo (Siria), que, como puede verse, está defendida por un imponente foso. Desde la altura de la ciudadela se tiene una magnífica vista de la ciudad.
Así se ve la ciudad siria de Alepo desde la ciudadela. En el centro de la imagen, la Gran Mezquita Omeya.
Alepo (Siria). Un mar de antenas parabólicas. Unos metros más abajo, las mujeres chiítas caminan por las calles envueltas en tela negra de la cabeza a los pies para no tentar a los hombres. Aunque alguna ya se anuda un coqueto pañuelo a la cintura. Las mujeres sunnitas no van de negro, pero visten amplios ropajes y llevan la cabeza cubierta. Aunque algunas ya no la llevan.
En el zoco de Alepo pueden encontrarse muchas cosas. Por ejemplo, carne de camello. Aunque hay a quien le da un poco de repelús ver las cabezas de los camellos colgadas de un gancho en la carnicería…
Texto y foto de 2008.
Alepo (Siria) tiene más de tres millones de habitantes. Pero su ciudad vieja, rodeada de murallas, está todavía anclada en la Edad Media. La gente sigue comprando en su zoco, en buena parte cubierto, lleno de caravasares y dividido en zonas en las que se venden diferentes productos: tejidos, especias, zapatos, carne…