Ostia Antica está muy cerca del aeropuerto romano de Fiumicino. Es el sitio arqueológico de la ciudad de Ostia, que hacía las veces de puerto militar y comercial de la antigua Roma. El declive de Ostia, tras la caída del Imperio Romano, condujo finalmente a su abandono.
Mucho menos conocida que Pompeya o Herculano, Ostia Antica alberga ruinas tan bien conservadas como las de estas ciudades, aunque sus viviendas eran más modestas y no contaban con tan espléndidos frescos y mosaicos.

Una de las casas (domus) más conocidas de Ostia Antica es la que albergaba el grupo escultórico de Cupido y Psique, que actualmente se exhibe en el museo del sitio arqueológico (en la domus puede verse una copia).

También en el sitio arqueológico de Ostia Antica, como en Herculano o Pompeya, pueden recorrerse las calles de la antigua ciudad. Allí están las ruinas del antiguo foro, y las del Capitolio, el principal templo de la urbe. Y las letrinas públicas. Y un teatro, cuyo graderío ha sido totalmente reconstruido (no restaurado, sino reconstruido para ser utilizado en representaciones y espectáculos). Y, por supuesto, las termas públicas, con sus mosaicos.

Y tabernas, como la de la imagen.

Y la Plaza de las Corporaciones, rodeada por un pórtico que albergaba los despachos mercantiles, identificados por los mosaicos del pavimento. Esta plaza llegó a ser en su día el principal centro de comercio del Imperio Romano.
La visita de Ostia Antica tiene algunas ventajas prácticas con respecto a las de Pompeya y Herculano: su carga de visitantes es mucho más baja, lo que la hace más agradable para el viajero, y cuenta con un parking gratuito a la entrada (al menos es gratuito en temporada baja, según pude comprobar en mi reciente visita). Añadiré, por último, que tiene, como Pompeya, cafetería-restaurante en el interior, lo que puede resultar muy útil.