
Las llamadas Tumbas de la dinastía Ming (o, simplemente, Tumbas Ming) no son, en realidad, unas simples tumbas, sino una enorme necrópolis situada a unos 50 kilómetros de Pekín. En dicha necrópolis están enterrados trece emperadores de la dinastía Ming, así como diversas emperatrices, cortesanos y concubinas de la corte.
La entrada a las Tumbas de la dinastía Ming: el camino sagrado
La entrada a la necrópolis se realiza a través del camino sagrado, un paseo rodeado de esculturas realizadas en mármol en el siglo XVI que representan a la guardia de honor del emperador y a una serie de animales, reales o mitológicos.


Las Tumbas Ming se construyeron entre los siglos XV y XVII. Han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.