
Esta es la puerta de entrada del palacio real de Fez, en Marruecos. Todos los días, cientos y cientos de turistas bajan de sus autobuses en este lugar cargados con sus cámaras fotográficas, dispuestos a fotografiar lo que se les ponga a tiro. Pero no pueden fotografiar esta puerta, porque, por alguna misteriosa razón, no está permitido. Los policías que hacen guardia ante ella se encargan de hacer respetar la prohibición…
Pero, a veces, también los policías se distraen. En el instante en que se tomó esta foto estaban fuera del encuadre, contestando (que no, por supuesto) a alguien que les había preguntado si podía fotografiar la puerta.