
La isla Saona es un pequeño paraíso tropical bañado por el mar Caribe.
La corta distancia que la separa de la isla La Española (República Dominicana y Haití) permite que multitud de turistas se acerquen a disfrutar de sus playas y sus piscinas naturales (aguas poco profundas a decenas de metros de la costa). Pese a ser un parque natural protegido, ciertas zonas han sido monopolizadas por las compañías de viajes.