Apamea, ciudad siria situada a 55 km. de la actual Hama, junto al río Orontes, fue construida por Seleuco I (uno de los generales de Alejandro Magno que, a la muerte de éste, se repartiron su imperio) en el año 300 a. C.
Siria
Serpientes entrelazadas
Estas simbólicas serpientes entrelazadas vigilan la puerta de entrada a la ciudadela de Alepo, en Siria.
Foto y texto de 2008, antes del desastre.
La Gran Mezquita de Alepo
La Gran Mezquita Omeya de Alepo, vista desde la ciudadela.
Foto de 2008, antes del desastre.
Especias en el zoco
En el zoco de Damasco no podían faltar las especias.
El león de Damasco
Este león de piedra está expuesto en el jardín del Museo Nacional de Damasco. Tras él puede verse una mezquita otomana.
La ciudadela de Alepo
Esta es la entrada de la ciudadela de Alepo (Siria), que, como puede verse, está defendida por un imponente foso. Desde la altura de la ciudadela se tiene una magnífica vista de la ciudad.
Vista de Alepo desde la ciudadela
Así se ve la ciudad siria de Alepo desde la ciudadela. En el centro de la imagen, la Gran Mezquita Omeya.
La sala de oración de la mezquita
La sala de oración de la Gran Mezquita de Damasco. El mausoleo que hay en medio de la sala (iluminado en verde) contiene, se supone, los restos de Juan el Bautista.
El patio de la Gran Mezquita de los Omeyas
El magnífico patio de la Gran Mezquita de los Omeyas de Damasco: mármol, columnas romanas, mosaicos bizantinos… Al fondo, el mausoleo de Hussein, hijo de Alí y nieto de Mahoma, venerado como mártir por los musulmanes chiítas.
La Gran Mezquita Omeya de Damasco (Siria)
El lugar en el que se asienta la mezquita era ya sede de un templo arameo en el S IX antes de Cristo. Más tarde, se erigió aquí el templo de Júpiter. Después, Jesucristo fue honrado en este templo y, por último, en el 636 los musulmanes entraron en Damasco. Setenta años pasarían antes del comienzo de la construcción de la actual mezquita.
Siria, la televisión y el futuro
Alepo (Siria). Un mar de antenas parabólicas. Unos metros más abajo, las mujeres chiítas caminan por las calles envueltas en tela negra de la cabeza a los pies para no tentar a los hombres. Aunque alguna ya se anuda un coqueto pañuelo a la cintura. Las mujeres sunnitas no van de negro, pero visten amplios ropajes y llevan la cabeza cubierta. Aunque algunas ya no la llevan.
El teatro de Palmira
Palmira era la capital nabatea cuando la reina Zenobia, en el siglo III, se sublevó contra Roma y pretendió crear un imperio que rivalizara con el romano y con el sasánida de Persia. Finalmente, Zenobia fue derrotada y capturada por el emperador Aureliano.
Damasco: la ciudad nueva
Extramuros de la ciudad vieja de Damasco está la ciudad nueva. En la imagen vemos, en segundo plano, un edificio moderno, evidentemente inspirado en los antiguos zigurats mesopotámicos.
Damasco: la ciudad vieja
La ciudad vieja de Damasco, al atardecer, es perfecta para pasear. Esta calleja no está lejos de la Gran Mezquita de los Omeyas.
El zoco de Alepo
En el zoco de Alepo pueden encontrarse muchas cosas. Por ejemplo, carne de camello. Aunque hay a quien le da un poco de repelús ver las cabezas de los camellos colgadas de un gancho en la carnicería…
Texto y foto de 2008.
Alepo, Siria
Alepo (Siria) tiene más de tres millones de habitantes. Pero su ciudad vieja, rodeada de murallas, está todavía anclada en la Edad Media. La gente sigue comprando en su zoco, en buena parte cubierto, lleno de caravasares y dividido en zonas en las que se venden diferentes productos: tejidos, especias, zapatos, carne…
La Gran Mezquita de los Omeyas
En la Gran Mezquita de los Omeyas (Damasco, Siria) las mujeres rezan en la zona que tienen reservada (separada por unas cadenas, como se ve en la foto). Cuando alguna sale de esa zona, los vigilantes de la mezquita la hacen volver a ella.